martes, agosto 22, 2006

Espectros de tierra


Desde siempre supimos
que tras la fachada sólo estaba eso
y que el polvo era hecho de agua
y todas las demás miserias
de escribir,
o peor:
ser un escritor.

A través de los tiempos se arrastran los ejemplares
lastimosos
las historias de patetismo, las glorias
esculpidas en piedras de triste egoísmo estatuario
el hambre de dejar impresas (para los otros)
las contradicciones de una existencia repetible
las esperanzadas visiones
las soluciones o preguntas; a veces (casi siempre)
interminables entrecruzadas descripciones,
como-si-sirviere, {y desde luego sí
postergar los ingenios y humores a futuras generaciones
retrasar, prolongar el tiempo finito de espera
en la imaginación
desfigurar a la muerte a través de palabras
desplegando una recta hacia lo negro dentro de otras
series de existencias
proyectadas en el juego, ilusional, de la literatura,
no por ello falso, más bien el único fidedigno
{único y múltiple, siempre distinto
de las restantes líneas de posibilidades
todas ciertamente dudosas, de no figurarlas en frases.

y la práctica del asunto es, ¡ay!, harto banal.

Comoquiera que dispongamos de él o los principios
ajustando los rigores de nuestro personal método
multiplicando o frenando la producción del ejercicio
siempre habrá que comer y cagar
leer y escribir.

Quien escriba que vivir puede ser distinto de leer
miente o es un inconsciente
y se dice que son estos los tiempos de la conciencia.

No leer puede ser vivir un presente puro
o no tener presente eterno.
Pudiere constituir un estado de no memoria
o la demostración de la no necesidad del recuerdo.
Ya puede demarcar a un hombre en cierto estadio respecto a otros
superiores
o borrar la marca de todo trazado teórico.
Al nombrar el no leer en sus posibilidades negativas
no lo sintetizamos más allá de toda imaginación
y no podemos hacer otra cosa.

Desde luego puédese vivir sin escribir en absoluto
pero ya supimos, también,
que más de una forma hay de cagar
y el hombre ya caga en ambos casos
expulse la mierda o quédese con ella

Queda, pues, la decisión de hacer el intento
bufa bravata del vagabundo
que solitario silba en el páramo de lo mediano
toda vez que creemos, nos dicen,
notámoslo, comprobable es a ratos
{esa idea de talento
meliflua y arrulladora
y mal que peor algo hay que-hacer.

Y nos sentamos, nos disponemos
haciendo del lenguaje matriz central de todo placer
juntando palabras que son como un parto {palanqueo
si no se relee tampoco se escribe
el jaloneo de la autoinspección operando incesante
a por gemas en hatos de piedras bombeadas
hallando, en el mejor de los casos,
algún jirón de blanda antracita,
en la desesperante espera
de quien se sabe relegado al conformismo
nunca pudiendo estar conforme.

Consecuencia del hastío y la asfixia
es el camino del nadir
ansia de ser vapor
todo derecho a la estupidez
en el camino perderse y abandonar
hundirse en el mundo hasta tragarse
licuar la existencia en invisibles series de anécdotas
no narradas
jamás sabidas, perdido en el movimiento.

Reuniendo otras (las mismas) creencias
que permitan idealizar, por un rato,
lo auténtico de un acto cualquiera
mas preservando siempre techo y piso;
engañoso vagabundo,
en su huida mantiene cobijo, escape
que no es sino sentar base para volver a empezar.

Iterable la miseria, estacionarios los impulsos
amo y odio la tierra
en mar literaria, no me interno
sólo bordeando las costas
presto a saltar cuando falta el aire.

Porque hacia infinito ya no hay mundo que ver,
sólo infinito.

Cálzome en tierra y saco catalejo
sin saber hacia dónde mirar
buscando qué decir, digo
sin saber, sin pensar
a cada rato mirando hacia atrás
y donde ya no estoy, ahí me veo
un acto innato {el lápiz saco
para volver a fijar.

Pero lo supimos desde siempre
al volver a gritar
desde antes de hablar.
No hay derecho a reclamo,
sólo hidras y mar.

8 Comments:

Anonymous Anónimo said...

ay ¡tolín!, si tan sólo supeces leer, ¡Hay Gernandez!... ojalá salga todo bien. todo bien.
Will

6:23 p. m.  
Blogger salgadoboza said...

Apruebo la moción:
AY TOLÍN.
Wheel tiene razón. pero yo no.
Tan largo el texto.
Lo leeré luego, con calma, y pensando que lo escribió un imbécil baboso que se masturba mientras camina viendo las piernas de una escolar raquítica.

6:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No podía ser de otra forma: nuestro amigo Salvado (sin r, es decir, avant la lettre) nos sugiere - si bien torpemente - lo que ya es un h-e-c-h-o (cf. "echoes", property of p.f. [que no son las cecinas]): nos sugiere, digo, que si hoy-día le flâneur fuese algo o alguien, éste no sería sino "el delincuente": el asesino, el violador, el depravado, etc. En efecto, las cárceles chilenas , p. ej., están repletas "literalmente" (aunque no sabemos con certeza qué es lo que Ello sea) de flâneurs; y éstos disfrutan tanto tanto sus paseos. Después de Novalis desconozco lo que pasa acá, pero yo diría que el arte (helarte) se viene destilando por ese lado, a propósito del ejercicio de mr. Fernández. Sin embargo, por un provisional respeto hacia él mismo, no voy a especular con la palabra "ejercicio".

12:08 p. m.  
Blogger salgadoboza said...

Apostaría la poca diginidad que me queda, que el tal humbert humbert es el Trujillo. O alguien peor.
¿Con quinén te estás juntando Gonzalo?
¡Ay Tolín!

5:46 p. m.  
Blogger Gonzalo Hernández Suárez said...

Has perdido tu poca dignidad.

No me junto con nadie; repéleme el puto mundo.

10:00 p. m.  
Blogger salgadoboza said...

Me dijo Ignatius: "yo sólo me junto con mis iguales, y como no los tengo, no me junto con nadie".
Copión.

8:03 p. m.  
Blogger Gonzalo Hernández Suárez said...

Ignatius sabía vivir.

3:43 p. m.  
Blogger Gonzalo Hernández Suárez said...

También sabrá morir

7:37 p. m.  

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